Una pregunta muy común entre las personas que ya se han sometido o van a someterse a una renovación de la casa es si necesariamente necesitan algún tipo de autorización, incluso en el caso de renovaciones menores, por ejemplo, en una habitación.
El permiso, para aquellos que no saben exactamente qué es, consiste en un documento emitido por la ciudad o por alguna agencia municipal que autoriza que una determinada actividad se lleve a cabo en un lugar determinado. En el permiso de construcción, por ejemplo, este documento es la garantía de que el trabajo fue aprobado por las autoridades técnicas de un municipio y establece un plazo y es responsable de la construcción, que debe abordar los problemas de salud, seguridad y medio ambiente.
Y en el caso de una renovación de la propiedad, ¿necesita un permiso? Depende del tipo de reforma. En primer lugar, es importante decir que, como es un documento municipal, es posible que algunos ayuntamientos adopten algunos criterios diferentes para la autorización, así que el primer consejo es consultar siempre a la administración local.
Andar por lo seguro
Cuando hablamos de cuestiones legales, nunca vale la pena correr riesgos, pues no es cierto que solo los edificios grandes necesitan un permiso.
En general, el permiso no es necesario para casos de pequeñas reformas internas, como pintar paredes; cambios en pisos, azulejos, puertas, ventanas; mejoras en baños, entre otras cosas. En el exterior, los cambios en el piso de la acera pueden estar exentos, ya que el mantenimiento es responsabilidad de los propietarios, siempre observando los estándares de seguridad requeridos, por supuesto.
Por lo tanto, si su renovación tiene más que ver con “darle a su hogar una nueva cara”, cambiar los revestimientos y volver a pintar las paredes, internas y externas, no tendrá que preocuparse. En lenguaje técnico, se considerarán reparaciones menores.
Pero no duele recordar que debe tener cuidado con los escombros. Tenga sentido común y cuide la correcta disposición de los residuos generados, evitando las quejas de los vecinos, quienes podrán notificar al ayuntamiento y obtener una multa.
Por otro lado, para las reformas que alteran la estructura original de la propiedad, siempre será obligatorio solicitar autorización de la ciudad. Este es el caso de la construcción de nuevas habitaciones, baños, edificios y piscinas, entre otros.
Para aquellos que creen que vale la pena correr riesgos, sepan que hacer cambios en la propiedad sin autorización no es simplemente ilegal, sino algo que puede causar mucho dolor de cabeza si algún día quieres venderlo.
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